Por primera vez en México se realizará una prueba nacional de la alerta sísmica vía celular.
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A 40 años del sismo de 1985 y a ocho del ocurrido en 2017,México sigue arrastrando una deuda tecnológica y de protección civil: la implementación de un sistema de alertamiento masivo y funcional por mensajes de texto (SMS).
Es una omisión incomprensible y frustrante,sobre todo considerando la vulnerabilidad sísmica y meteorológica de nuestro país.
Mientras otras naciones han adoptado tecnologías de alerta de manera eficiente,nosotros seguimos en la fase de la promesa,el prototipo y el fallo.
Estos esfuerzos no son nuevos,pues los primeros pasos se dieron desde 2016,cuando la Secretaría de Gobernación inició un proyecto piloto para enviar alertas a través de la telefonía celular. La idea era simple,replicar la Alerta Sísmica del Sistema de Altavoces de la Ciudad de México,pero directamente en los dispositivos de millones de personas.
Sin embargo,el proyecto quedó en el tintero,enfrentando obstáculos técnicos,regulatorios y,en muchos casos,una aparente falta de voluntad política para impulsarlo hasta su conclusión.
El sismo de 2017 revivió la necesidad. La demanda de la población mexicana por un sistema de alerta nacional,accesible y eficaz se hizo más urgente.
Ante la inminencia de un desastre,la capacidad de recibir una alerta instantánea,sin depender de una aplicación móvil específica,que requieren Internet,o la radio,es una cuestión de vida o muerte.
No obstante,a pesar de los discursos y las promesas,el sistema de alerta masiva por SMS no ha logrado consolidarse a nivel nacional.
Uno de los principales problemas es la coordinación entre las autoridades y las compañías telefónicas. No es una tarea menor,ya que requiere que los operadores móviles adapten sus redes para permitir el envío masivo de mensajes de texto en un área geográfica específica.
Sin embargo,los acuerdos y protocolos han sido lentos,burocráticos y,en ocasiones,con fallas técnicas. En 2024,durante el simulacro nacional se probó por primera vez la alerta por celulares. Sólo se contempló a un grupo de usuarios en Ciudad de México.
La presidenta de México,Claudia Sheinbaum,anunció en su cuenta de X que este viernes 19 de septiembre probarán el sistema de alerta por telefonía celular en todo el país,por vez primera,por lo que se ha generado expectativa para conocer los resultados de esta nueva prueba,con la expectativa de que ya comience su operación.
La prueba de fuego no sólo será el día del simulacro,sino si el sistema se mantiene operativo y funcional en un escenario real.
El sistema de alertamiento por SMS,conocido como Cell Broadcast,no es una tecnología novedosa. Países como Japón,Chile y Estados Unidos lo han implementado con éxito,demostrando su efectividad para alertar sobre terremotos,tsunamis y huracanes.
El Cell Broadcast no depende de la congestión de la red,como ocurre con los SMS tradicionales,y puede segmentar las alertas por región geográfica,lo que lo hace ideal para desastres naturales.
El hecho de que México no haya logrado implementar esta tecnología de manera integral es una señal de que algo está fallando en la gestión de la emergencia y la planeación estratégica.
La falta de un sistema de alerta por SMS funcional no es sólo una falla tecnológica,sino una falla de gobernabilidad y protección civil.
La tecnología está disponible,la necesidad es evidente y la voluntad de la gente por recibirla está ahí. Lo que parece faltar es el impulso final para que esta promesa se convierta en una realidad que proteja a millones de mexicanos.
Es hora de que el Gobierno federal,las autoridades locales y las empresas de telecomunicaciones asuman su responsabilidad y concreten esta deuda pendiente. Un sistema de alerta por SMS no es un lujo,es una necesidad fundamental para un país que vive en constante riesgo.