La IA puede acercar a los gobiernos a sus ciudadanos y ayudarlos a mejorar la productividad del sector público,pero su adopción requiere marcos adecuados de política y salvaguardas,revela un nuevo estudio de la OCDE.
Imagen: OCDE
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Un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destaca el potencial transformador de la Inteligencia Artificial (IA) en la administración pública,al mismo tiempo que advierte sobre los significativos desafíos y riesgos que frenan su adopción generalizada.
“La IA puede acercar a los gobiernos a sus ciudadanos,pero requiere marcos adecuados de política y salvaguardas para aprovechar su potencial sin perder la confianza pública”,afirmó Mathias Cormann,secretario general de la OCDE,durante la presentación del reporte Gobernar con Inteligencia Artificial.
El documento analiza 200 casos de uso en 46 países y organizaciones,aplicados a 11 funciones clave del gobierno que van desde la administración tributaria y la contratación pública hasta la justicia y los servicios sociales.
De acuerdo con la OCDE,los beneficios potenciales de la IA son enormes: puede mejorar la productividad del sector público,fortalecer la capacidad de respuesta de las instituciones y elevar los niveles de transparencia y rendición de cuentas.
Algunos países ya muestran resultados concretos. Por ejemplo,Austria utiliza modelos de riesgo basados en IA para detectar fraudes fiscales,lo que permitió recaudar 185 millones de euros adicionales.
En el Reino Unido,un chatbot gubernamental responde consultas ciudadanas y un sistema digitaliza documentos urbanísticos para acelerar permisos de construcción. En Finlandia,la herramienta What Do You Think Finland recogió la opinión de 30,000 personas sobre políticas públicas,mientras que en Portugal la Corte de Cuentas emplea auditorías inteligentes para detectar irregularidades.
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La experiencia internacional demuestra que los gobiernos pueden ganar eficiencia y capacidad de respuesta con la Inteligencia Artificial,pero también revela los riesgos de no gestionar bien su implementación.
El caso más sonado es el de Países Bajos,donde un algoritmo sesgado acusó erróneamente a 26,000 familias de fraude en beneficios infantiles,un error que derivó en graves consecuencias sociales y políticas.
La OCDE advierte que la implementación de IA en las actividades de gobierno no está exenta de riesgos éticos,operativos,de exclusión,resistencia pública e inacción.En el plano ético,los sesgos algorítmicos pueden afectar el ejercicio de los derechos por parte de la ciudadanía.
Además,hay problemas operativos como fallas técnicas y ciberataques,riesgos de exclusión por la brecha digital y resistencia ciudadana frente a la desconfianza. En cuanto a la inacción,el informe resalta que retrasar la adopción puede significar perder oportunidades y ampliar la distancia con el sector privado,que avanza a gran velocidad en el uso de esta tecnología.
El estudio también detalla los desafíos más comunes que frenan la adopción en el sector público: escasez de talento especializado,baja calidad y fragmentación de datos, infraestructuras tecnológicas obsoletas,altos costos financieros y,en muchos casos,una fuerte aversión al riesgo que impide pasar de proyectos piloto a implementaciones a gran escala.
Para superar estos obstáculos,Elsa Pilichowski,directora de Gobernanza Pública de la OCDE,expuso que la organización propone un marco de acción para el uso confiable de la IA en gobiernos,basado en tres pilares:
Habilitadores: elementos fundamentales como una gobernanza sólida,infraestructura digital,datos de alta calidad,desarrollo de habilidades en los funcionarios públicos,inversiones estratégicas y procesos de contratación pública ágiles. Se subraya la necesidad de pasar de proyectos piloto a una implementación a gran escala.
Salvaguardas: instrumentos vinculantes y no vinculantes,como marcos éticos,leyes y regulaciones,que aseguren el cumplimiento de la transparencia,la rendición de cuentas y la gestión de riesgos en todo el ciclo de vida de la IA.
Compromiso: mecanismos para la participación de los ciudadanos,los funcionarios y la sociedad civil en el diseño y la implementación de sistemas de IA,lo que no sólo aumenta la confianza,sino que también asegura que las soluciones respondan a las necesidades reales de la sociedad.
Actualmente,la IA es más prevalente en la prestación de servicios públicos,la administración de justicia y la participación ciudadana,donde la demanda de eficiencia y la reducción de las listas de espera están impulsando la innovación.
En cambio,funciones como la evaluación de políticas,la administración tributaria y la reforma de la función pública presentan un uso más limitado.
“El uso de la IA se concentra en gran medida en las operaciones internas y la prestación de servicios públicos,con menos ejemplos en la formulación de políticas y la supervisión gubernamental”,señala el informe.
Además,la distribución de la IA no es uniforme en cuanto a la tecnología utilizada. Si bien los sistemas de IA basados en reglas y el Aprendizaje Automático son comunes,el uso de la IA Generativa,como los grandes modelos de lenguaje (LLM),sigue siendo incipiente y a menudo se limita a proyectos piloto o experimentales.
Durante la presentación del estudio,también participaron funcionarios de países como Corea del Sur,España,Brasil e India, que compartieron sus planes nacionales.
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Corea del Sur busca construir un “gobierno democrático con IA” que anticipe las necesidades ciudadanas. España integra la IA en su Estrategia de Transformación Digital con una plataforma soberana y un centro de excelencia para supervisión ética.
Mientras tanto,Brasil anunció inversiones por 4,200 millones de dólares en su plan IA para el Bien de Todos,enfocado en salud,educación y sostenibilidad. India,por su parte,destacó proyectos de detección de fraudes médicos,aeropuertos sin papel y traducción automática en 22 lenguas.
Los ministros coincidieron en que el elemento central de sus iniciativas es la confianza. Óscar López,ministro de Transformación Digital de España,aseguró que “los ciudadanos no juzgarán nuestra política de IA por los planes que aprobemos,sino por cómo la experimenten en su vida cotidiana”.
La Inteligencia Artificial ya está cambiando la forma en que operan los gobiernos,pero la clave para que lo haga de manera positiva será avanzar con rapidez,bajo principios de ética,transparencia e inclusión.Si bien el camino hacia la integración total de la IA en el gobierno es complejo,las experiencias pioneras de algunos países ya están generando valiosas lecciones. Para la OCDE,es crucial que los gobiernos sigan explorando activamente la IA para no sólo optimizar las operaciones,sino para “reimaginar el Estado” y fortalecer la democracia.